Por Augusto Costanza.
El camino está sellado. El objetivo que trasciende lo que la sociedad -el ser humano en su cotidianeidad- interpreta como bueno o correcto, no es dar alas al Ser, al pensar libre, sinó un "pensar que parezca liberador pero que ate a compromisos y tradiciones superfluoas" su devenir.
El camino está sellado. El objetivo que trasciende lo que la sociedad -el ser humano en su cotidianeidad- interpreta como bueno o correcto, no es dar alas al Ser, al pensar libre, sinó un "pensar que parezca liberador pero que ate a compromisos y tradiciones superfluoas" su devenir.
Nuestro devenir se halla atado a una postura del pensar dominante, "la sociedad, donde nadie piensa sinó que "todos son pensados por los otros" -esto hasta extremos de estupidez devastadora del Ser que se busca libre- donde todos "repiten lo que los otros dicen", donde todos actúan defendiendo posturas del "ego", del "yo", de la "importancia personal" -sin importancia porque todos tenemos un destino en común-, decía al principio de esta párrafo que "nuestro devenir" se halla atado -salvo excepciones- a las estupideces del entorno, a la chatura intelectual de pequeñas sociedades o pueblos des-cerebrados, a la ceguera de un compañero o compañera que no comprenden, que no "alcanzan a ver" (al decir de "Hegel") que la vida no es la mierda que se vende como vida...
Porque la vida es "ahora", "aquí", en este momento... Así, tan simple.
Lo demás no importa. No hay ayer ni mañana.