Las decisiones de cada uno son definitivas.
El tiempo no es eterno para nadie.
El futuro es hoy.
No hay mañana.
Pero no lo hay.
No es un juego.
¿Acaso alguien puede afirmar una cosa o la otra?
De ahí surge el "vivir intensamente el día presente".
Tus decisiones, por nimias que parezcan, pueden ser definitivas.
Si no se entiende, ir a un funeral y escuchar las frases de estilo como "ayer lo vi tan felíz"... "parecía tan contento"...
Pero claro, la sociedad consumista nos aleja de lo existencial y nos sumerge en el consumismo que adormece. El negocio es "no aceptar la finitud" y de ese modo vivir como inmortales.
Pero nadie lo es.