
No es que "habladurías" sea una palabra que define o describe algo sin más.
Las "habladurías" constituyen una categoría, uno de los "modos de ser del hombre en el mundo" según los maestros del pensar.
¿Y por qué los que enseñaron a pensar a Lacan, Foucault, Barthes, Derrida, Sartre, Vattimo, José Pablo Feinmann, etc., decidieron crear esta categoría?
Una aproximación es simplemente que en "el observar" al hombre en el mundo, dentro de la maraña de "la moda" y los modos de vivir inauténticos o impropios del ser, los precursores del pensar actual notaron que "las habladurías" constituyen casi "el modo de ser del hombre" por excelencia.
¿Por qué? Porque desde el "se dice" (vos decís lo que otro dijo y lo repetís y así se crean tendencias y se transmiten los prejuicios) la sociedad se re-crea.
Se habla y "se dice" lo que "se dice" sin saber porque "se dice". Incluso el discurso entre intelectuales se alimenta, muchas veces, no de visiones propias o ideas propias, sino de lo leído en alguna parte.
El discurso es el "se dice" a veces fundamentado y a veces transmitido desde "el creer dogmático" sin base, sin fundamento.
"No hay mañana" dicen los pueblos originarios.- El "no hay mañana" es lo opuesto a "las habladurías". Es lo imprevisible de la vida.
Y no es capricho. Es más real este sencillo pero demoledor "no hay mañana" que todas las ficciones cotidianas, sean estas -ficciones- de personas o de productos manu-facturados.-