domingo, 11 de octubre de 2020

Senderos de páramo, caminos del Ser...

Por Augusto Costanza

El buscar es un salir del "esto es así" e ir en dirección a un camino desierto, páramo inexplorado que conduce a "resultados genuinos" que conectan con "la fuerza del espíritu". Exponiéndose a sí mismo con dureza para ver los propios límites, conscientes que, si no nos "exigimos a fondo" no exploramos las vetas del Ser, la pureza que surge en la búsqueda en tanto hay un vínculo de conexión con lo abstracto "reconocido", o, sino, que dicho vínculo ha sido pulido a lo largo de un sendero recorrido, de un camino que si bien podemos recordar donde empieza, no podremos saber, al menos hoy, donde culmina.

Por que? porque los caminos del ser no son mensurables, no hay un pre-decir lo que puede llegar a hacer nuestro Ser en el sendero, en nuestro cotidiano hacer. Solo "es" auténtica la fuerza que nos impulsa a lo nuevo, la fuerza que nos conduce y por la que nos arriesgamos, por la que nos movemos, saliendo de los límites trazados por la razón, en búsqueda de límites legitimados por la experiencia, para movernos en un "pensar propio" sin un decir pre-expresado antes por un otro.- 

Por esto, el movernos en un "pensar propio y genuino" es una "revolucion del pensar" que trasciende el leer tradicional y nos conduce a nuevos horizontes.

Volvemos a Foucault para afirmar estas ideas y recordamos sus palabras "Quien dijo que la verdad es lo verdadero"?...

Porque si todo esta dicho y nada queda por decir, entonces ¿dónde queda la exploración del Ser cotidiana, en busca de "ese algo" que nos moviliza cada dia a levantarnos para hallarlo?

Porque quizá lo "cotidiano" nos entretiene, adormecemos al Ser mientras buscamos algo mas profundo, algo que la mente no alcanza a definir porque "no conoce" por los límites que la racionalidad le impone, mientras que, conforme el verdadero pensar es un "escuchar al Ser y no un analizar", esperamos que "desde el silencio" el "ser" quite los nubarrones que oscurecen la mente con tanta racionalidad occidental.

Volvamos al silencio, apaguemos el diálogo interno, busquemos "atravesar el páramo inexplorado" que nos lleva a posibilidades propias inimaginables desde la visión presente, sin conformarnos con "ser lo que los otros quieren que seamos" sino, con "ser lo que nosotros queremos ser"...

La vida nos da a elegir ser auténticos, "elegirnos a nosotros", o bien elegir ser un disco formateado por el entorno, que puede llevarme a un modo de ser en el mundo que es lo que "se espera de mi", y desperdiciar la vida en amoldarnos "a los moldes pre-cocidos" que nos exigen los otros...